¿Sabías que a lo largo de tu vida te vas a pasar aproximadamente un tercio durmiendo? Es decir, unos 27 años.

Un buen colchón favorece los procesos de regeneración y rejuvenecimiento que usualmente se dan durante la noche porque es cuando se pasa mayor cantidad de tiempo descansando y un colchón de calidad es garantía de un sueño profundo.

1. Si eres “de hueso ancho”, necesitarás un colchón más firme que te ofrezca una zona de confort uniforme y evite el efecto de bamboleo. Por el contrario, las personas más ligeras necesitan un colchón más flexible que reparta bien el peso.

2. En cuanto a las medidas, el colchón debería ser, al menos, 10 cm más largo que lo que midas. En caso de una cama de matrimonio, la persona más alta es la que servirá como referencia. El grosor del colchón debería ser de, al menos 15 cm para asegurar el confort. Para el ancho,lo recomendable sería una cama entre 90 y 110 cm si vas a dormir solo y entre 140 y 160 cm para camas de matrimonio.

3. También existen las camas King Size de 200 cm x 200 cm. Estas camas son estupendas si duermes con tu pareja y alguno de los dos se mueve mucho, o si tienes hijos a los que les gusta dormir contigo.

4. Si duermes boca arriba, te conviene un colchón más bien duro para evitar malas posturas de la columna vertebral, especialmente a nivel cervical (nuca) lumbar (base de la columna). Si duermes de lado, necesitarás un colchón de dureza intermedia, que se adapte a la forma de tus caderas y hombros. Si duermes boca abajo te vendría bien un colchón más bien blando para evitar malas posturas en la zona del cuello y no forzar demasiado la torsión de la columna.

5. Si eres de los que cada noche bate récords de giros en la cama, necesitarás un colchón más firme que te permita moverte sin esfuerzo. Sin embargo, algo demasiado duro como un sofá, tampoco será adecuado, ya que podría provocar malos gestos al cambiar de postura.

Sin duda las características de una persona cambian con los años y tu colchón debe adaptarse a cada momento de tu vida.

En general las personas jóvenes necesitan colchones más firmes y conforme pasan los años, los expertos recomiendan que se reduzca la dureza del colchón para ayudar a tus articulaciones y huesos.